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El Cerebro necesita Creer.


Creer. En algo, es necesario para el cerebro.

Podemos hablar de religión si lo desean; pero eso es una cuestión personal. Vayamos por conceptos que son más interesantes y menos quisquillosos. Aunque el título del libro sugiera lo contrario; no es lo que se podría pensar.

Lionel Tiger, antropólogo de la Rutgers University de Estados Unidos, y Michael McGuire, psiquiatra y neurocientífico de la Universidad de California en Los Ángeles, han publicado recientemente un libro titulado God’s Brain, en el que se da una novedosa explicación al hecho de que la religión sea un fenómeno presente y persistente en todas las sociedades humanas.

Lionel Tiger (Nueva York, NY) es el autor del best-seller "Los hombres en los grupos", "El Animal Imperial" (con Robin Fox), "la búsqueda del placer", "Optimismo: La Biología de la Esperanza", y "La decadencia de hombres ". Sus artículos han aparecido en el New York Times, Wall Street Journal, Rolling Stone, Harvard Business Review, y el cerebro y Ciencias del Comportamiento. Él es el profesor Charles Darwin de Antropología de la Universidad de Rutgers.
Michael McGuire, MD (Cottonwood, CA), es el autor o editor de diez libros, incluyendo "La psiquiatría darwiniana" (con A. Troisi). Él es el presidente de la Fundación para la Investigación Biomédica, director de la Fundación Bradshaw Gruter y el Instituto de Derecho y de comportamiento, y un administrador de la Sociedad Internacional de Etología Humana. Anteriormente, fue profesor de psiquiatría y ciencias de la bioconductual en la Universidad de California en Los Angeles y editor de la Etología y Sociobiología.


"Tiger y McGuire han propuesto una visión sorprendente y profunda, basada en sólidos conocimientos científicos-en cómo el cerebro humano busca la religión", dice R. Curtis Ellison, MD, profesor de medicina y salud pública, de la Boston University School of Medicine. "Su libro describe bellamente cómo las creencias, rituales, y la socialización dentro de un grupo cerrado de trabajo conjunto, ayudan a los seres humanos a sobrevivir a las tensiones de la vida cotidiana".

En el crispado debate de la existencia de Dios y la naturaleza de la religión, estos dos distinguidos científicos alteran radicalmente el debate. Desde una perspectiva enraizada en la biología evolutiva y con un enfoque en la ciencia del cerebro, en su libro "EL CEREBRO DE DIOS (Prometheus Books) el renombrado antropólogo Lionel Tiger y el neurocientífico Michael McGuire dilucidan las cuestiones perennes sobre la necesidad de creer: ¿Cuál es su propósito? ¿Cómo surgió? ¿Cuál es su fuente? ¿Y por qué todas las culturas conocidas tienen alguna forma de ella?

Precisemos para usos de este post, que CREENCIA es mejor acepción que RELIGIÓN.

Cuando hablamos de creer podemos referirnos a los DOGÓN -quienes en sus tradiciones más sagradas veneraban a una estrella compañera de Sirio y de la que, incluso, conocían el tiempo que tarda en completar su órbita. Por si fuera poco los dogon sabían que es extraordinariamente densa y hablaban de una tercera estrella de la que, dicen, es mucho más ligera- o también podemos referirnos a los MAYA -que creían en las fuerzas de la Naturaleza, entre ellos Kukulkán el Viento o Kinich Ahú el Sol- o también recordar que en la tradición HINDÚ -veneran como un dios al mono, al que consideran un aspecto del dios Shivá, fiel compañero de Rāma (uno de los diez avatares de Vishnú) y una de las deidades más importantes del panteón hindú-

Podríamos seguir enumerando; pero lo que quiero decir es que uno necesita creer; y es libre de creer en lo que quiera. Según el contexto. En la época y las condiciones pre-existentes.

Pero los tiempos cambian (avanzan o retroceden, nunca se quedan estáticos; aunque al cerebro le emociona que nada cambie; pues eso quiere creer; y a veces le creemos).

Hoy el nuevo dios es la ciencia (Así en minúsculas, aunque esa es otra discusión, no se me solivianten) y las pruebas que brinda son atendibles; lo muestran Tiger y McGuire en su enjundioso y entretenido libro "GOD´S BRAIN"; cuando nos dan un vistazo a cómo los seres humanos utilizan la religión y sus estructuras sociales para inducir "brainsoothing" como un alivio para la ansiedad innata del cerebro.

Entre otros temas tratan en su libro, el papel crucial de la religión en la prestación de una socialización positiva, y mencionan además su aparente obsesión con la regulación de sexo, la creación de otra vida, cómo las normas de la religión de influyen en el comportamiento ante la ley, su óptica ante el andamiaje biológico común entre los primates no humanos y los seres humanos y cómo esto afecta a la religión, también ofrecen en detalle la química del cerebro y cómo cambia como resultado de la tensión, aportando evidencias de que los efectos paliativos de la religión en la química del cerebro no se corresponden necesariamente con los recursos no religiosos.

En resumen; un libro recomendable para abrir otra discusión; esta vez en el terreno de LA CREENCIA.

Espero sus opiniones.

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